Piedras hincadas o Campos Frisios

Piedras hincadas o Campos Frisios

Piedras hincadas se denominan a un tipo de estructuras defensivas típicas de la Protohistoria de Europa consistentes en clavar en una explanada próxima a la muralla numerosas piedras puntiagudas con el fin de dificultar el paso a los caballos y que los jinetes tuviesen que desmontar para luchar a pie, teniendo también una movilidad reducida que les dejase más vulnerables ante los proyectiles disparados desde la muralla.

La misión de las Piedras hincadas es impedir que la caballería, y sobre todo los carros y las posibles armas para destruir las murallas, se pudieran acercar a estas, dificultando también la acción de los hombres de a pie al entorpecer la marcha y no facilitar ningún cobijo.

Se pueden encontrar estas estructuras en castros gallegos, astures y celtíberos.

Los campos de Piedras hincadas, conocidos en otros lugares como caballos de frisa, campos frisios, chevaux de frise, pierres plantes o pedras fincadas, entre otros, se pueden resumir como una zona próxima a la muralla con poca protección geográfica. En ella, se incrustaban piedras con formas irregulares y puntiagudas próximas unas a otras, sin un orden establecido; el tamaño de las piedras sería tal que no sirvieran de parapeto al enemigo y que impidieran el paso de carruajes o dificultaran el paso a caballerías o ejércitos organizados para el asedio. Fuera como fuese, los campos de piedras hincadas formaban parte del sistema defensivo de los castros, sirviendo de complemento a los fosos y recintos amurallados.

Modelos defensivos de este tipo, se usaron de manera continuada a partir del VII siglo A. C. y pervivieron hasta el periodo Altomedieval siglos (IX-X). No obstante, la técnica defensiva después llamada “Caballos de Frisia”, ha sido utilizada en épocas históricas posteriores. La técnica se mejoró a medida que los ataques con caballería fueron cobrando peso en las batallas.

Aparentemente recibieron su nombre por su uso en los sitios de Groninga, cerca de Frisia, donde contribuyeron a frenar el ataque de la caballería española. El nombre en alemán y en varias lenguas escandinavas es, de hecho, «caballeros españoles».

campos frisios

Su perfeccionamiento llevó a desarrollarlos en madera, mediante listones ensamblados acabados en punta. Posteriormente las variantes modernas en acero u hormigón se han empleado como barrera contra vehículos, particularmente carros blindados. Se colocaron entre las alambradas de espino bloqueando sus huecos.

Tiresio el Termestino

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Create a website or blog at WordPress.com

Up ↑

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies
A %d blogueros les gusta esto:
Verified by ExactMetrics